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Desinfección de pezones: El postdipping

Antonio Palomino y Manuel Cerviño

Guía Solomamitis del asesor en calidad de leche

Desinfección de pezones: El postdipping

Durante y tras el ordeño el canal del pezón está abierto y este es un periodo de alto riesgo de entrada de bacterias y patógenos contagiosos causantes de mastitis. Para minimizar este riesgo se realiza la desinfección y sellado de los pezones cuando se acaba de ordeñar. A este proceso se le llama postdipping.

Tras la retirada de las pezoneras, es necesario desinfectar y “sellar” el pezón con productos postdipping.

Utilidad del postdipping

Son varias las razones por las que debe llevarse a cabo la desinfección de los pezones después del ordeño:

■ Eliminar la película de leche que queda en la piel de los pezones, que suele estar contaminada con bacterias. Es una medida muy importante para el control de la mastitis contagiosa.

■ Proteger la piel de los pezones, es decir, procurar un efecto cosmético a la ubre.

■ Impedir la penetración de bacterias por el orificio del pezón una vez ordeñado.

Para asegurar un buen grado de cobertura de los productos postdipping y garantizar que todas las bacterias son destruidas se debe cubrir con el baño hasta la base del pezón.

postdipping

Al igual que el predipping, el postdipping debe cubrir la totalidad del pezón, empleando vasos aplicadores de un compartimento, como el que se muestra en la imagen, o de dos, como el que se mostraba en el artículo anterior.

Aditivos usados en el postdipping

La piel de los pezones es rugosa y cuando está agrietada o rota puede ser un reservorio de organismos como Staphylococcus aureus o Streptococcus dysgalactiae. Los pezones tienen relativamente pocas glándulas sebáceas, por lo que el lavado continuo de los mismos (quedando húmedos) y su exposición al viento y a un ambiente frío puede eliminar los ácidos grasos protectores y ocasionar el agrietamiento de la piel.

Para evitar en la medida de lo posible estos problemas cutáneos se suelen emplear aditivos humectantes, que atraen agua hacia la piel, o emolientes, que ablandan las partes inflamadas y forman una película para evitar la pérdida de agua por evaporación.

La lanolina y la glicerina son los aditivos humectantes más habituales y se pueden emplear en el postdipping. Aumentar la proporción de aditivo disminuye la de desinfectante, por lo que los aditivos rara vez se incluyen en un porcentaje superior al 10%.

Los selladores de barrera también se usan después del ordeño. Son productos más caros y espesos que los convencionales, compuestos por un desinfectante y un alcohol en gel. Estos productos gotean poco, actúan rápidamente, se secan rápido y son relativamente viscosos, de modo que una vez aplicados quedan en la piel del pezón y duran más tiempo, ayudando a prevenir patógenos ambientales entre ordeños. La película que queda en el pezón se puede eliminar al limpiarla antes de iniciar el ordeño.

Existen selladores que ofrecen otros beneficios: protección contra moscas y quemaduras solares y actividad cicatrizante y antiinflamatoria. No existen evidencias de que los selladores de barrera sean más efectivos que los productos convencionales.

Limitaciones del postdipping

La desinfección de los pezones después del ordeño no es eficaz frente a las infecciones existentes, es decir, si se inicia el baño de pezones en un rebaño de vacas que ya está infectado masivamente con gérmenes contagiosos, no se obtendrá una reducción rápida del recuento de células ni de la frecuencia de la mastitis.

Por otro lado, los baños sí impiden la transmisión de bacterias. En consecuencia, sí se reduce el número de nuevas infecciones. El principal beneficio de esta práctica se pone de manifiesto con los microorganismos contagiosos, ya que una vez aplicada la desinfección su periodo de actividad es relativamente corto (1­2 horas).

Los productos utilizados para el postdipping pueden irritar los pezones, sobre todo si la vaca se ve sometida a un ambiente húmedo y frío. Algunos de los compuestos químicos utilizados resultan más irritantes que otros, y su efecto irritante se pueden reducir o evitar añadiendo emolientes a la solución.

Los desinfectantes son sensibles a la temperatura y con temperaturas frías su poder bactericida se ve reducido.

La presencia de materia orgánica en los pezones disminuye la eficacia de la desinfección. Cualquier producto desinfectante es menos eficaz cuando se aplica sobre restos de leche o heces, y esta materia puede quedar en el vaso aplicador. Por esta razón, es importante asegurarse de que toda la solución del baño de pezones sobrante se desecha y que se añade nueva solución en el vaso aplicador al comienzo del siguiente ordeño.