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Cómo la formación en granjas de vacuno contribuye al uso responsable de antibióticos

Formación para la reducción del uso de antibióticos

Fuente: Consenso para la reducción del consumo de antibióticos en vacuno. Medidas y recomendaciones. Boehringer Ingelheim.

 

El personal de una granja de vacuno es quien tiene y trato directo y diario con los animales y es el responsable directo de la implementación de los protocolos de trabajo, incluyendo los tratamientos esenciales. 

 

Establecer un plan de formación sólido es fundamental para garantizar que todos los trabajadores estén capacitados y dispongan del conocimiento y las habilidades necesarias para realizar sus tareas de manera eficiente y efectiva.

 

Establecimiento un plan de formación de base

Este plan básico tiene que dotar a los trabajadores de los conocimientos esenciales con los siguientes objetivos:

 

  • Conocimiento de las necesidades de los animales: comprendiendo las necesidades específicas de los animales en diferentes fases productivas.
  • Entender los motivos por los que los animales deben ser tratados de una manera concreta en función de sus necesidades
  • Detección y reconocimiento de las señales de enfermedad que pueden aparecer en la granja con el fin de resolver cualquier problema de manera rápida y eficiente.
Formación para la reducción del uso de antibióticos

 

El papel del veterinario en la formación de los trabajadores de la granja

 

De acuerdo con el RD 364/2023 de 17 de mayo, el veterinario tiene que desempeñar un papel activo en la formación:

  • Concienciando sobre la importancia de la sanidad animal y su interacción con el bienestar animal y la salud humana. 
  • Enfatizando la importancia de la prevención de las enfermedades, la detección temprana y una respuesta rápida frente a ellas
  • Informando sobre la resistencia a los tratamientos, incluida la resistencia antimicrobiana y sus consecuencias.

 

Un programa de formación continuada completará el programa de formación de base

 

Además de un plan de formación de base, es esencial establecer un programa de formación continuada. Este debe incluir formación específica acerca de los procedimientos estándar. Sobre todo, para aquellas tareas que son más relevantes para la reducción del uso de antibióticos:

 

  • Buenas prácticas en la aplicación de tratamientos: incluyendo el uso adecuado de agujas y jeringuillas y la conservación de medicamentos.
  • Detección precoz de enfermedades: capacitando a los trabajadores para reconocer signos tempranos de enfermedades.
  • Toma de muestras biológicas: instruyendo sobre cómo y cuándo tomar muestras en caso de sospecha de enfermedad.

 

Cómo desarrollar en la granja un programa formativo

Para diseñar un plan de formación efectivo en granjas de vacuno, es crucial seguir una serie de pasos estratégicos.

 

1. Evaluación del desempeño actual: identificar las habilidades y competencias que los trabajadores necesitan desarrollar.

2. Selección del contenido y formato de los cursos: adecuarlos a los objetivos específicos del plan de formación.

3. Elección de formadores adecuados: decidir entre fuentes internas o externas según las materias.

4. Planificación del plan de formación: considerar lugar, momento y las circunstancias de los trabajadores. 

5. Establecer un sistema de evaluación: incluir un sistema para medir resultados y obtener retroalimentación del equipo.

 

El presupuesto también debe ser calculado de forma precisa. Después de la formación, es importante volver a evaluar el desempeño de los trabajadores para medir el retorno de la inversión en formación y detectar nuevas necesidades formativas.

 

Además, junto con la formación técnica, es conveniente promover programas formativos para la mejora de la actitud, trabajo en equipo y motivación. Este tipo de programas tienen un efecto muy positivo sobre las competencias individuales y de equipo.

 

Un plan de formación integral y continuo es esencial para mejorar la eficiencia operativa de una granja de vacuno. No solo mejora las habilidades de los trabajadores, sino que también contribuye al bienestar animal, a la productividad de la granja y al cumplimiento del compromiso del uso racional de antibióticos.