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Novillas: Del nacimiento al Destete

Novillas: Del nacimiento al Destete

DEL NACIMIENTO AL DESTETE

Esta etapa es especialmente decisiva para el futuro de la ternera. Deben observarse ciertas medidas de manejo que hacen de esta etapa un periodo muy intenso y costoso. Todo lo que se invierta durante esta fase en trabajo: instalaciones, equipamiento, manejo de la cama, medicamentos y vacunaciones redundará en beneficio de la salud y de la productividad de la novilla. 

Algunos estudios admiten que, desde el nacimiento de la ternera hasta el destete, la inversión está en torno a 326 US$ o 5,31 US$ diarios (Zwald et al., 2007).

Alojamiento

Lo más recomendable es que la ternera se aloje en una caseta o box individual hasta el destete, garantizando la mínima transmisión de patógenos. Un aspecto importante es tratar de reducir los patógenos que la ternera haya podido acarrear desde la sala de maternidad. El alojamiento debe acondicionarse con cama limpia, seca y abundante paja. Puede ser recomendable disponer de mantas de neopreno para abrigar a las terneras. Las dimensiones deben permitir a la ternera darse la vuelta sin problemas: la superficie mínima requerida es de 3 m2. El alojamiento debe estar siempre limpio, ubicarse en un ambiente seco, con una buena calidad de aire y evitando en lo posible las corrientes.

Las terneras pasan el 75% del tiempo tumbadas (Panivivat et al., 2004), por eso influye mucho el estado de la cama en la incidencia de diarreas. La cama debe estar siempre muy limpia para evitar la transmisión de patógenos vía fecaloral. La ternera tiende a hacer un “nido”, de tal manera que al acostarse las extremidades estén siempre cubiertas de cama, para lo cual necesita una abundante cantidad de paja. La superficie del box debería ser de tierra para que drene la mayor cantidad de fluidos. Si el suelo es de cemento se debe disponer mucha más cantidad de cama. Lo recomendable es que haya un 15% más de boxes individuales que los necesarios para que las tareas de limpieza se realicen sin ningún riesgo para la ternera. Lo normal es que permanezcan en estas casetas o boxes individuales durante un tiempo y luego sean trasladadas a un grupo homogéneo, existiendo el riesgo de contraer alguna enfermedad infecciosa (Sivula et al., 1996; Pedersen et al., 2009).

Las medidas de bioseguridad deben mantenerse en todo momento. Hay que limpiar y secar todos los utensilios como cubos, tetinas, sondas para calostrar, etc. Además, todo el personal encargado de las terneras debe usar ropa limpia y guantes en todo momento.

Alimentación

La ternera necesita nutrientes para su mantenimiento y su crecimiento diario. Estos animales deben alimentarse con leche o con un sustituto lácteo. La leche entera les garantiza una fuente de proteínas, energía (lactosa), vitaminas y minerales durante las cuatro primeras semanas de vida. A partir de las dos semanas de vida ya va a poder utilizar almidones. Poco después utilizará hidratos de carbono más complejos y a partir de las cuatro semanas de vida ya podrá digerir las proteínas vegetales.

Las necesidades en energía metabolizable (EM) en condiciones de temperatura media serán de 1,75 Mcal/día para una ternera de 45 kg de peso. Por otro lado, la leche entera contiene aproximadamente 4,9 Mcal/kg de materia seca, esto significa que una ternera de 45 kg de peso necesita 0,32 kg de sólidos lácteos o 2,5 kg de leche entera solo para su mantenimiento. La mayoría de sustitutos lácteos tienen menor cantidad de materia grasa que la leche entera y su contenido energético se sitúa entre 4,6-4,7 Mcal/kg de EM. Por esta razón una ternera de 45 kg de peso requerirá 0,39 kg de sustituto lácteo para su mantenimiento.

Todos los sólidos de leche consumidos por encima de las necesidades de mantenimiento serán utilizados para el crecimiento.El sistema tradicional de alimentación consiste en alimentar a las terneras con leche en cantidades restringidas (8-10% de su peso corporal) y pienso de arranque a libre disposición desde la primera semana de vida. Las cantidades de leche son mucho menores de las que dispondría una ternera con su madre en la naturaleza (16-20% de su peso corporal). Estos sistemas tradicionales se implantaron cuando los sustitutos lácteos eran de mala calidad. Solo permiten cubrir las necesidades de mantenimiento y aproximadamente 225 g de ganancia diaria de peso. 

El sistema acelerado de alimentación consiste en alimentar a la ternera con muchos más líquidos (aproximadamente el doble que en el sistema tradicional), lo cual es más parecido a las condiciones naturales. Se alimentan con el equivalente al 1,5% del peso corporal en forma de materia seca de sólidos lácteos durante la primera semana, con el 2% durante la segunda semana y hasta la semana antes del destete en la que se suspende una toma (Stamey et al., 2012).

Ganancia de peso.

Crianza convencional: sustituto 1,25% p.v., destetados a los 35 días.
Crianza intensiva: sustituto a 2% p.v., segunda semana 2,5% p.v., destetados a los 42 días.
Pollard, B. C. y Drackley, J. K. 2002.

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La gran ventaja de la leche entera para alimentar terneras es que disponemos de ella en la granja. Sin embargo, muchas explotaciones optan por el sustituto lácteo o lactoreemplazante a partir de los 3-4 días de edad. Esto tiene ventajas en materia de bioseguridad ya que la leche que no ha sido pasteurizada puede transmitir enfermedades como paratuberculosis, BVD, salmonelosis, micoplasmas, etc. Otra ventaja es el aspecto económico ya que la leche entera de la granja se puede comercializar.
Además, al sustituto se le puede añadir aditivos como vitaminas, minerales, antibióticos, coccidiostáticos, etc. lo cual sería más difícil de añadir a la leche. Sin embargo, una ventaja de la leche entera sería una mayor ganancia de peso. Por ejemplo una ternera alimentada con 4 l de leche ganaría 446 g/día con un consumo de energía metabolizable de 2,97 Mcal. Por el contrario, si la alimentamos con 1,5 kg de sustituto lácteo, el consumo en energía metabolizable sería de 2,47 Mcal, con una ganancia de peso de 289 g/día. Esto es muy importante si la ternera está sometida a condiciones de estrés, por ejemplo debido a bajas temperaturas (Davis y Drackley, 1998).

La leche de descarte o procedente de vacas con mastitis no debe usarse como alimento para las terneras. Esta leche contiene un alto número de microorganismos causantes de mastitis. Si la toman existirá un alto riesgo de que la leche entre en contacto con los pezones aún incipientes, bien porque se mamen entre ellas o simplemente por contacto al estar acostadas. De esta manera, esos pezones todavía inmaduros pueden infectarse ocasionando una infección intramamaria. En ningún caso la causa de una mastitis será porque los microorganismos atraviesen la barrera intestinal y vayan a la ubre. Además de los microorganismos, la leche procedente de vacas con mastitis puede contener endotoxinas perjudiciales para la ternera. Esta leche también puede contener antibióticos que podrían aumentar la diseminación de bacterias resistentes (Langford et al., 2003).

Para muchos productores, alimentar las terneras con leche no comercializable representa un atractivo especial, pero es importante advertir de los riesgos que entraña esta práctica. La pasteurización puede ser una alternativa para reducir el riesgo de transmisión de microorganismos y además así se aprovechará leche que de otra manera no podría venderse, por lo que esta práctica podría ser económicamente viable. Existen pasteurizadores simples formados por un recipiente, un agitador y una camisa metálica que rodea al recipiente y por la cual circula agua caliente. El agua está a 62,5 °C y circula durante 30 minutos, después la leche se enfría rápidamente hasta llegar a 37-43 °C que es cuando se suministra a las terneras. El problema que tiene este tipo de pasteurizador es que necesita mucho tiempo para pasteurizar grandes volúmenes de leche y la limpieza suele ser manual. La ventaja es que son más económicos que los pasteurizadores de flujo continuo.

Los pasteurizadores de flujo continuo son los que más se usan en las granjas comerciales. Constan de un intercambiador de flujo, de tal manera que el agua caliente calienta la leche a 71,5 °C durante 15 segundos. A este tipo de pasteurización se le denomina HTST por sus siglas en inglés (High Temperature Short Time) o lo que es lo mismo alta temperatura durante un corto periodo de tiempo. Estos pasteurizadores tienen la ventaja de que el proceso está más automatizado, es mucho más rápido ya que permite pasteurizar más cantidad de leche en menos tiempo y además se lava automáticamente. La desventaja es que suele ser más caro

La alimentación sólida es muy importante. A partir de los tres días de edad las terneras consumen pequeñas cantidades de concentrado y a partir de la segunda semana la ternera ya consume el concentrado perfectamente. Alimentar a los animales con grano favorece el correcto desarrollo del rumen, así como de gran cantidad de bacterias y protozoos. Estos microorganismos descomponen los carbohidratos produciendo ácidos grasos volátiles como propiónico y butírico que estimulan las papilas ruminales.

El forraje no se recomienda hasta que la ternera es destetada. Esto es debido a que aporta mucha menos energía que el concentrado. La ternera no tiene capacidad de digerir la fibra y la ganancia de peso diaria sería menor que si se administra concentrado. Además, el desarrollo de las papilas del rumen es menor en comparación con el concentrado porque se produce más ácido acético. Por último, el forraje tiene un volumen mayor por lo que saciará al animal antes que el concentrado.

Una vez a la semana se monitoriza a las terneras para comprobar que la ganancia de peso y el estado general son los idóneos. Se examina el pelaje que debe ser suave y brillante, y se observa la musculatura lumbar para comprobar la condición corporal. A las 4-6 semanas de edad se debe proceder al destete, cuando la ternera está consumiendo aproximadamente 1,5 kg de concentrado al día.

Hasta el destete, el objetivo es que la ternera alcance el doble de su peso al nacimiento (80 kg). La ternera se pesa con una báscula.

La estructura básica de la glándula mamaria se forma durante la vida fetal, con un desarrollo importante del estroma y del tejido circulatorio que prácticamente están formados al
nacer. Existen unos pocos conductos cercanos a la cisterna pero ningún alveolo, es decir, la parte epitelial aún no está desarrollada. Durante los dos primeros meses de vida el crecimiento de la glándula mamaria es isométrico, es decir, crece al mismo ritmo que el resto del cuerpo, sin embargo, la parte glandular sigue sin desarrollarse.