

Fármacos para el tratamiento de la mastitis

La terapia frente a las mastitis es una de las más frecuentes en las granjas de leche. Se realizan infinidad de tratamientos antibióticos con un alto riesgo de contaminación de la leche y con un coste muy elevado de dinero en las explotaciones. La terapia frente a las mastitis, síndrome en el que existen muchas bacterias implicadas, tiene muchas peculiaridades, ya que los tratamientos, la mayor parte de las veces, los aplican los ordeñadores.
Existen tres tipos de tratamientos: parenteral, intramamario de lactación e intramamario de secado. Cada uno de estos tratamientos es complicado, ya que la barrera hematomamaria es atravesada por los antibióticos con dificultad. Los intramamarios son tratamientos locales que deben difundirse en un medio líquido que es la leche.
Al comienzo, los tratamientos intramamarios tuvieron mucho éxito, llegando a curaciones del 75 % de los casos, pero poco a poco las curaciones clínicas han ido disminuyendo. Además, la etiología de las mastitis va cambiando y cada vez hay más mastitis ambientales provocadas por gérmenes gramnegativos por lo que la terapia falla, ya que la mayoría de los tratamientos intramamarios están indicados para gérmenes grampositivos.
También el avance de las mastitis que producen lesiones parenquimatosas graves hace que falle la terapia, como en el caso de las infecciones por Staphylococcus aureus, Prototheca, Arcanobacterium pyogenes y también Mycoplasma bovis.
Para dominar los tratamientos de las mastitis hay que saber cómo se realiza el paso de los antibióticos a través de la barrera hematomamaria, cómo se distribuyen y se dispersan los antimicrobianos cuando se aplica una infusión intramamaria y qué excipientes llevan las preparaciones de secado.
También cabe considerar que hay mastitis que no tienen tratamiento y que hay mastitis en las que podemos aplicar tratamientos paliativos para poder seguir produciendo leche con esa vaca, pero siendo conscientes de que no vamos a obtener una curación bacteriológica.