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Evaluación de la eficacia de los tratamientos frente a la mastitis

¿De qué depende la concentración de inmunoglobulinas en el calostro?

Evaluación de la eficacia de los tratamientos frente a la mastitis

Juan Echeverría y Manuel Cerviño

 

Disponemos de distintas formas para evaluar los tratamientos. Podemos analizarlos a nivel individual o colectivo según la curación clínica, la curación microbiológica o el recuento celular. Los estudios pueden llevarse a cabo por parte del ganadero o del especialista.

 

Curación clínica

La curación clínica es la desaparición de los signos clínicos, como pueden ser la inflamación y la alteración de la secreción; aunque también se debe examinar la recuperación de la producción y el descenso del recuento celular, analizado mediante el test de California.

Decidir si una vaca está curada o no, no es tarea fácil, ya que la propia introducción de antibióticos por vía intramamaria produce una ligera irritación y, por lo tanto, una alteración de la secreción y una pequeña elevación de las células. Si la inflamación de la ubre ha descendido y las alteraciones disminuyen, es decir, los grumos son muy pequeños (algún grumo aislado y al principio de ordeño no es significativo), puede clasificarse como vaca curada. Si los grumos aparecen al final de ordeño, generalmente la mastitis no está curada.

Otro aspecto importante es saber cuándo un caso debe considerarse como recidivante. Según diversos autores varía entre 7 y 21 días tras la supuesta curación del proceso anterior. Se considera como objetivo que haya menos de un 20 % de casos recidivantes.

 

Curación microbiológica

Evaluación de la eficacia de los tratamientos frente a la mastitis

Los análisis microbiológicos de cultivo en placa de Peyer muestran la presencia o ausencia de bacterias en la muestra, y en qué cantidad se encuentran.

Cultivo de bacterias de leche de vaca con mastitis.

 

Esta evaluación se usa fundamentalmente para mastitis contagiosas como las causadas por Streptococcus agalactiae, Staphylococcus aureus y Mycoplasma, ya que existen muchas vacas que no presentan signos clínicos ni elevación de células somáticas y que, sin embargo, permanecen infectadas. Por esta razón se utilizan los cultivos microbiológicos para comprobar si una infección está curada o no. Además, es necesario repetir estos análisis microbiológicos para determinar si una vaca está curada, ya que existen excreciones intermitentes.

Para Staphylococcus aureus es necesario efectuar un análisis semanal durante cuatro semanas. Con esto será suficiente para determinar si la vaca ya no tiene mastitis. Los cuatro análisis consecutivos tienen que ser negativos para poder determinar la curación del animal.

Para Streptococcus agalactiae podría considerarse la misma norma, pero la vaca que ha sufrido una mastitis por S. agalactiae puede tener secreciones de la bacteria transcurridos unos meses tras haber mostrado cultivos negativos. Por ello, no es recomendable mezclar una vaca que ha tenido esta infección con el resto de vacas que no se han infectado nunca.

En el caso de Mycoplasma no es muy frecuente la curación, por lo que no existe ninguna norma al respecto.

 

Evaluación mediante recuento celular

El recuento de células somáticas (RCS), sirve para evaluar los tratamientos tanto de lactación como de secado.

Teniendo en cuenta que el límite entre una vaca sana y enferma está establecido en la cifra de 200.000 células somáticas/ml o un valor lineal (lineal score) de 4, consideraremos que una vaca está curada cuando pase de un valor superior a 200.000 cél./ml a un valor inferior a 200.000 cél./ml.

Esta evaluación se realiza a nivel colectivo y se expresa en porcentajes. A nivel individual no es un método que deba tenerse muy en cuenta, debido a las fluctuaciones que tienen los recuentos celulares. Para evaluar un tratamiento, compararemos el valor del recuento de células anterior con el valor del recuento de células actual. Así podremos estimar el porcentaje de vacas que se han curado.

Para ver el resultado del tratamiento de secado compararemos el último valor del RCS antes del secado con el primero después del parto.

Alfonso Lago y cols., en un estudio de la Universidad de Wisconsin, definen como tasa de curación acumulada el número de vacas que bajan de las 200.000 cél./ml en el control  lechero siguiente al episodio de mastitis clínica o en el siguiente recuento realizado al mes. En este estudio concluyen que la tasa de curación disminuye mucho si el recuento anterior al diagnóstico de la mastitis clínica ya fue superior a las 200.000 cél./ml. En estos casos hay que valorar detenidamente la conveniencia de tratar o prolongar más el tratamiento.

Los porcentajes de vacas que curan en lactación dependen de:

  • La bacteria implicada.
  • La rapidez de detección.
  • La rapidez de aplicación del tratamiento.
  • La cronicidad de la infección.
  • El antibiótico usado.

El objetivo de manejar estos datos es modificar las pautas de tratamiento en las granjas cuando no se obtengan los resultados adecuados. Para alcanzar los objetivos de tratamiento expuestos tendremos que mejorar, si procede, la detección para poder realizar tratamientos más rápidos o cambiar el antibiótico usado dependiendo de la bacteria, el antibiograma y la experiencia personal.

 

Evaluación de la eficacia de los tratamientos frente a la mastitis

 

Un objetivo deseable en lactación sería obtener tasas de curación superiores al 50 % (aunque en la mayoría de las granjas esta cifra ronda el 35 %). Y en el secado, el objetivo sería obtener una tasa de curación de en torno al 70 %.

Ordeño individual de vacas con mastitis.